Noches de ronda

Un quejido tímido se siente a lo lejos. Al principio se confunde dentro del sueño y avanza como una santa rita sobre un muro virgen. El quejido, que ahora es grito, irrumpe y me trae de esa mentira en la que se ha transformado mi descanso.
Creo que me enamoré de ese quejido. Sé que mi tarea es apagarlo una y otra vez. Que me está volviendo loca, pero que voy a morir si no lo vuelvo a escuchar.
En esa lucha dulce por calmarlo, sin más armas que una melodía monótona y una letra sabia, sonrío y recorro la habitación de un lado a otro. A veces me detengo frente a una foto. A veces me devuelve la mirada. Sacudo la cabeza para volver del trance y sigo cantando y moviendo los brazos.
El quejido se apaga. Una bandera blanca brilla entre las ranuras de la persiana, y así sellamos un pacto de paz transitorio. Silencio una vez más. Nuevamente el sueño frágil que anhela ese poder de los viejos tiempos. Cree que lo recupera por unos minutos. Un nuevo quejido, otra noche de ronda.

PD: "Todas esas cosas había una vez..."


 

Canción de cuna para mi hijo

Ayer se murió el Flaco Spinetta. Hoy pensé que esta canción tenía que sustituir al "Noni Noni".
Mañana Juan Francisco me lo agradecerá.

Manzanita

Al igual que varias chicas, ya señoras, de mi generación, yo fui una de las fans del dibujito Frutillitas. Luego aparecieron los Thundercats y mi infancia tomó otro rumbo.
Más allá de mi gusto por la cocina, esa especie de niña que hacía pasteles logró captar mi atención al punto de que llegué a tener toda la colección de personajes de la serie animada. Unas muñecas que venían con el olor de la fruta que representaban.
Mi abuela Olivia, a quien ya le dediqué una columna por otros atributos, se encargó de comprarme cada una de las muñecas de Frutillitas. En total tenía nueve, pero dos eran mis favoritas: Manzanita y Cafecinha (Olivia las traía de Brasil).


En honor a Manzanita, que hoy debe de estar tirada en una caja vieja de juguetes de mis primas, les voy a dar una receta muy fácil del libro La cuchara de Plata, que le agradezco a Caro Anastasiadis y a Sandra Espina.

Pastel de Manzanita






Ingredientes
3 huevos
150 gr. de azúcar
80 gr. de manteca
300 gr. de harina
1 cdita. de Polvo de hornear
3 manzanas peladas en cubitos
Crema de leche para acompañar








Procedimiento
Precalentar el horno a 180º, preparar el molde con manteca y harina para que no se pegue.
Batir los huevos con el azúcar hasta que quede una preparación clara y espumosa.
Agregar la manteca a punto pomada y seguir mezclando.
Incorporar la harina, el polvo de hornear y las manzanas.
Mezclar todo, llevar al molde.
Hornear entre 30 y 40 min. (apliquen el secreto clásico del cuchillo, si sale limpio está listo).
Sirvan el pastel tibio con un poco de crema batida o una bocha de helado de crema.


Tip
Pueden perfumar la preparación con ralladura de limón, canela o esencia de vainilla.